Abril, el mes de la niña y del niño, mes que nos cuestiona ¿por qué ahora de grande trabajar no es tan divertido?
Cuando era niño no existían lugares como la ciudad de los niños, donde juegas a ser grande y trabajas, hace unos días tuve la oportunidad de visitar una de sus sucursales y que curioso que trabajar es divertido para los niños y aun que se cansen ellos siguen con la firme idea de ir al siguiente trabajo.
¿En qué momento perdimos ese sentimiento de emoción por trabajar?
Las formalidades de las empresas creo que nos consumen, he leído que debemos distraernos en el trabajo, darnos unos 5 minutos entre actividades, más en la vida real cuando intentamos descansar no se nos permite o no nos damos la oportunidad ya que el trabajo no para las llamadas, las propuestas, reuniones, etc., siempre terminan por privarnos de esos 5 minutos.
Te contaré una pequeña anécdota.
Hace tiempo asistí a un consultorio, con el fin instalar un software para facturar, llegue a las 9:45 a.m. pero mi cita era a las 10:00 am, me registre y me entreviste con la secretaria del consultorio, espere mi turno ya que estaba sumamente ocupada, llamadas, pacientes formados, asistía al doctor con instrumental y cosas por el estilo. Cuando fue mi turno me pidió 15 minutos para iniciar con ella.
Pues nada que paso una hora y seguí yo ahí, dije entre mí no importa ellos pagan, cuando llego la siguiente hora de verdad que ya estaba cansado de esperar más la señoría no se desocupaba, realmente mucho trabajo (creo que las tareas la superaban humanamente hablando), seguí en espera y me di cuenta que podía aprender de ella al ser MULTITAREA, realmente empecé a observarla y note que no desperdiciaba nada de tiempo era tremendamente eficiente, mi enojo, cansancio y aires de “a mí me atienden en cuánto llegue”, se cambió por admiración de como llevaba ese consultorio. Bueno término de la fila a las 11:30 am aproximadamente y me mira y comenta “déjame tomar un respiro por favor” claro le respondí. Se recarga en su silla echa la cabeza para atrás, cierra los ojos… Sale su jefe y le grita “Y así quiere que le aumente el salario no está haciendo usted nada” ente otras coas.
No lo puede creer el Doctor tiene en esa persona a una Maquina laboral tremenda y resulta que ni estaba contento con su trabajo, ¡vaya que me sorprendí!
Casos como este hacen que ya no sea divertido el trabajo, que solo se asista por la paga y no con una motivación o por el deseo de ayudar.
Retomando el tema inicial, aquel día con mi hija en la pequeña ciudad, le pregunte en la comida, ya estas cansada ¿quieres parar?, no papá, me contesto, pero también me comento algo que me asombro, ella dijo, “Sólo tengo oportunidad el día de hoy de trabajar y no voy a desperdiciarla descansando”.
Solté una carcajada y le dije hija “por favor ayúdame a recobrar ese espíritu laborar ya que yo hoy en día quiero invertir el tiempo en descansar”.
Aprendamos a disfrutar de nuestro trabajo, en algún momento leí que todo mal algo bueno tiene y realmente así es, si empezamos a ver nuestro trabajo como un juego quien quita que salgamos bien divertidos casados pero divertidos.
Que ironía no quería dar cuenta a una persona y ahora le doy cuenta a muchos, sí, hace ya tiempo pensé “no quiero trabajar para otra persona, no quiero tener un jefe, así que me voy a independizar”. Dije yo, jejejeje ahora trabajo para un montón (mis clientes), y cuando estoy en citas con ellos y lo permiten saco a mi Chamaco interno y trato de hacer las reuniones amenas divertidas y hasta miro quien no se ríe para buscarle un buen chiste que le desprenda una sonrisa
Así que volvamos a buscar esa chispa que nos hace imaginar a que somos grandes y que trabajaremos en algo que nos guste y que, aunque cansados, estemos muy divertidos y ayudemos a otros a divertirse en el trabajo, y si soy yo el que está muy formal ayúdame por favor a reír para retomar a aquel Lalito que reía de todo.
Feliz día de la niña y niño que llevamos dentro.
Eduardo Contreras B.
Asesor tecnológico.
Abril 2023